domingo, 17 de mayo de 2020

CÓMO EVOLUCIONA NUESTRA MENTALIDAD.

Es algo curioso, nuestra memoria funciona de una manera selectiva, por lo que no recordamos toda la información de la misma manera, a eso se le llama memoria selectiva.
La ciencia dice: que las experiencias que tenemos de pequeños, nos marcan de alguna manera en nuestra fase adulta y si son traumáticas, aún mas. Pero; ¿y las experiencias que vivimos de adultos?, ¿nos marcan de igual manera?. Pienso, que son vitales para que nuestra mentalidad se vaya forjando. Me gusta verlo como que nuestro cerebro es una ficha del trivial infinita, en la que vas metiendo quesitos de colores a modo de ir aumentando tus conocimientos y que dichos quesitos són las experiencias. Cada color, tiene un grado de experiencia e incide en tu mentalidad de una manera diferente, la suma de muchos quesitos y de unos colores u otros, son nuestra evolución.
En los últimos años, mi mentalidad a ido evolucionando hacia lo que de pequeño me llamaba más la atención, por lo que como Musher, siento esa necesidad.
Es curioso, cómo mi evolución mental pensando en el Mushing, a ido buscando diferentes caminos para llegar a un punto concreto, ese punto es cómo la vuelta a la niñez, donde la aventura practicamente era la principal meta para todo. Supongo que a muchos de vosotros también os pasaba, que todo lo que haciamos lo convertiamos en una aventura. Pienso en la manera que teniamos de entretenernos, practicamente el mayor tiempo posible en el exterior, calle, montaña o campo dependiendo de donde se criara cada uno, pero en definitiva fuera de casa. Cualquier juego entrañaba una aventura. Las chapas eran siempre carreras largas con circuitos hechos a mano en la arena, con mil dificultades, para jugar a las canicas buscabamos zonas abruptas para darle emoción, incluso jugar al escondite se convertia en una verdadera yincana, que duraba horas. Cuando montabas en patinete solo buscabas riesgos, como si fueras un deportista extremo al igual que con la bici. Uno de los sueños probablemente mas extendidos entre todos los niños de mi época, era dormir en tienda de campaña en el campo o construir una cabaña con tus manos y tus amigos. Creo que teniamos una mentalidad basada en cuanto mayor sea la aventura, mejor lo pasaremos. Ese sentimiento, es el que tengo mas presente hoy en día y si lo llevamos al Mushing, se convierte en lo mismo, cuanto mayor sea la aventura, mejor lo pasaremos, esta vez con mis colegas los perros.
A parte de contabilizar los datos que me gusta mucho, también he aprendido a disfrutar de la sencillez de salir con los perros sin control de datos, sin un objetivo aparente de distancia o tiempo, por el mero hecho de correr, o parar, o las dos cosas. Entreno por sensaciones se llama en el campo humano deportivo. Supongo que es la manera en que los perros ven cada entreno, obvimente ellos no piensas en hoy haremos 10 kms o estaremos 2 horas, me imagino que solo piensan en correr y avanzar.
Al fín y al cabo, como cuando eramos niños.

Como niños


                                                                 Rubén Rb

9 comentarios:

MUSHING LA ESENCIA dijo...

Pues si. Somos lo que pensamos y sentimos si esto viene desde niño, más profundo queda dentro de ti. Y todo sale. Todo vuelve. Cuando nosotros somos viejos volvemos a ser como niños. Yo recuerdo de pequeño con la bici siendo un loco buscando cosas más difíciles y estar horas y horas encima de la bici... Y avanzar por pinchos cardos piedras barrancos lo que viniera más difícil mejor ... Mola.

Fran dijo...

Muy bueno Gadorfino, no hay que perder el sentimiento de aventura nunca. Te propongo un reto, entrenamiento, con vivac y partida de chapas miemtras los perros descansan, no hay huevos ����������

Fran dijo...

*mientras

Ruben Rb dijo...

Que grandes momentos aquellos con la bici Charly, éramos como aventureros incansables. Todo valía 😋😋. Gracias por escribir.

Ruben Rb dijo...

Me parece un planazo Gadorfinooooo, me encantaría volver a jugar a las chapas 😹😹😹😹😹😻😻😻😻.

Larades dijo...

Tienes mucha razón. Los tiempos pasados nunca volverán pero te han marcado para toda la vida.

LA VIDA PERRA MUSHING dijo...

Yo de pequeño era un niño bastante sedentario, no solía salir de aventuras. Más adelante esto cambió cuando vino mi abuelo de Alemania y empezaron a entrar perros en su casa. Todos eran podencos que usaba para cazar. A partir de ahí mi vida cambió y empecé a vivir aventuras con algunos de sus perros por la sierra.
Más adelante vinieron mis perros y las aventuras eran más gratificantes porque con ellos la complicidad era máxima.
Y aunque tuve una etapa de casi 10 años en las que no me acompañaba ningún can a día de hoy con el adiestramiento y con el mushing sobretodo vuelvo a rememorar y revivir esa etapa de felicidad.

Ruben Rb dijo...

Gracias por compartir tu opinión Larades, un saludo.

Ruben Rb dijo...

Una visión muy interesante, por tus palabras, entiendo que los perros te han ayudado a sacar ese instinto primigenio que los seres humanos tenemos de aventura y a su vez, eso se transmite en felicidad. Gracias por tu aportación y un saludo.